ANSIEDAD:

La ansiedad es una respuesta fisiológica que se presenta cuando hay un estimulo que proviene del exterior o del interior y son percibidos por el individuo como amenazantes y / o peligrosos. Como resultado se ponen en juego mecanismos de regulación para adaptarse a esa nueva situación. La ansiedad normal es adaptativa y permite a la persona responder al estímulo de forma adecuada. Los estímulos pueden ser reales o potenciales.

A diario nos enfrentamos a diversas situaciones que ponen de manifiesto esta respuesta adaptativa. 

En dermatitis atópica, una de las comorbilidades puede ser la ansiedad, al igual que la depresión.

Por ejemplo, en pacientes con DA, puede ocurrir que al realizar un tratamiento nuevo se ponga  en juego cierto monto de ansiedad ya que nos preguntamos si funcionará o no, y nos genera expectativas, pero al mismo tiempo nos confronta con la frustración de haber pasado por otros que no han funcionado. 

La DA es una enfermedad cíclica, donde hay periodos de brotes y de remisiones. Cuando nos encontramos en una etapa de remisión, de todas maneras estamos pensando en cuando sucederá el próximo brote, porque ya lo hemos pasado. Aquí está presente la ansiedad.

La dermatitis atópica afecta nuestra piel, nuestra psiquis y nuestras emociones. La alteración psicológica es a la vez causa y consecuencia de la enfermedad, y es difícil separar uno y otro aspecto.

Sentirnos que no podemos compartir una salida con nuestros pares, usar determinada vestimenta, haber padecido burlas o rechazo, no poder dormir, sentir picor constantes, no poder sostener algunas actividades o tener que faltar al trabajo por fuertes brotes, etc… son situaciones que van deteriorando la calidad de vida.  No todos lo viven de la misma manera, ya que aquí entran en juego también, aspectos conscientes e inconscientes del sujeto en relación a su historia de vida y a su enfermedad y con qué recursos internos y externos cuenta para sobrellevar esta condición. 

¿Cuándo la ansiedad se vuelve patológica?

Cuando es desproporcionada para la situación y demasiada prolongada con la consiguiente afectación del individuo en su vida diaria.

Algunas de sus manifestaciones:

  • Sudoración
  • Agitación
  • Boca seca
  • Inquietud
  • Mareos, vértigo
  • Palpitaciones
  • Taquicardia
  • Disnea
  • Nauseas
  • Vómitos
  • Preocupación intensa
  • Miedo a perder el control, a volverse loco o sensación de muerte inminente
  • Problemas de concentración
  • Irritabilidad
  • Conductas de evitación
  • Obsesiones o compulsiones

Uno de los trastornos de ansiedad más habituales es el Ataque de Pánico: consiste en la aparición repentina de una sensación incontrolable de malestar o aprensión intensa, miedo o terror. Dura algunos minutos. La aparición de estos episodios de miedo intenso es generalmente abrupta y suele no tener un claro desencadenante. Se acompañan de síntomas asociados al miedo: falta de aire, mareos, taquicardia, sudoración, nauseas, perdida de la orientación, parestesias, etc. Pueden ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso. La sensación de muerte inminente o volverse loco acompaña estos episodios.  Luego de un primer ataque, la persona queda con miedo a que le suceda nuevamente, por lo que empieza a restringir sus actividades y a modificar sus conductas.

Otros trastornos de ansiedad:

  • Trastorno de Ansiedad Generalizada.
  • Trastorno por Estrés Postraumático
  • Fobias.
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo.

Si presentas alguna de las manifestaciones antes señaladas, o sentís que algunas de ellas están obstaculizando tu vida diaria,  acudí a un profesional de la salud mental.

ADAR cuenta con una cartilla de profesionales para que consultes.

Laura Vanesa Resnichenco
Lic. en Psicología
MN 57849 MP 84990
Miembro de ADAR

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