Adrián tiene 29 años, vive en zona oeste del gran Buenos Aires. Es psicólogo y acompañante terapéutico. Nos cuenta su historia con una dermatitis atópica que comenzó en su adolescencia.

¿Recordás cuándo fue tu primer brote de DA?

El primer brote de DA lo tuve a los 17 años. Recuerdo estar en una plaza sentado una tarde de verano,  mis piernas tocaban el pasto. Me empezaron a picar y pensé que me había sido un bichito…o que había tenido una reacción al pasto. Con el transcurso de los días, la picazón y la irritación continuaron así que fui a una dermatóloga, quien me dio el diagnóstico de dermatitis atópica. Por lo que me pudo decir y por mi percepción, se trataba de algo muy leve y sin importancia. Al año siguiente tuve otro brote. Ahí empecé a ver a otro dermatólogo que pensó que se trataba de un hongo, aunque luego se confirmó que no. Fui cambiando de médico en médico buscando una solución. Los años pasaban y los brotes iban aumentando en gravedad y en superficies de mi cuerpo. 

¿Cuál creés que fue el momento más complicado?

Hubo un momento en que me dejé de cuidar porque estaba con muchas cosas…no dedicaba el tiempo suficiente para cuidarme.  Entre mi ansiedad y mi enojo decidí no aplicarme ninguna crema. Esa fue una pésima decisión ya que los brotes se hicieron mucho peor.

Alrededor de los 26 años tomé plena conciencia de que esto es una condición que me va a acompañar por mucho tiempo a la cual debo prestarle atención y cuidado que corresponden. Me hidrato lo suficiente, comencé a hidratarme todo el cuerpo y a reconocer a la piel como algo importante de mi cuerpo.

¿Sentís que la DA genera o generó alguna barrera en tu vida?

Una de las barreras que siento que me genera la DA es el día a día… En lo estético me afecta porque me veo con la piel roja e irritada. En un principio el hecho de mostrar mi piel me resultaba un poco incómodo…hoy no tanto.

Otra barrera es el momento de dormir, cuando la picazón empeora mucho.  Muchas noches no he podido dormir.  También me pasó de tener muchas infecciones, debido al rascado creo yo. Es muy incómodo y muy molesto. Yo noto que si pasa un solo día que no me hidrato, sé que la consecuencia va a ser la picazón.

¿Pudiste encontrar una manera exitosa de controlar los brotes?

Creo que llevo bastante controlada la condición aplicando los cuidados y la crema con corticoide cuando es necesario. Probé muchas marcas de cremas hidratantes, aunque no puedo recomendar ninguna ya que todas las pieles son diferentes. Sí me gustaría decir que usen las cremas que son adecuadas o específicas dermatológicamente para dermatitis atópica, porque tienen componentes que ayudan a mejorar. Sé que no son baratas…y que las obras sociales no las reconocen, esa sería otra barrera…

¿Creés en la importancia de investigar sobre la DA?

Es muy importante investigar sobre la dermatitis atópica. A nivel biológico y también a nivel emocional, ya que es una enfermedad que afecta mucho nuestras emociones, pensamientos, relaciones con otras personas. Hasta que no se acepta completamente que tiene esta condición uno por ahí se aísla, para no mostrar su piel, para no dejarse ver. 

¿Vos cómo te informás sobre dermatitis atópica?

Yo me informo por redes sociales y por internet sobre avances e investigaciones. Cada vez que voy a la dermatóloga también le consulto qué hay de nuevo sobre dermatitis atópica.

¿Tu mayor deseo con respecto a la DA?

Mi mayor deseo es que se pueda encontrar algo no solo para tener controlada la piel sino para que desaparezcan los síntomas. Sé que suena ambicioso, pero tal vez alguna vez se pueda encontrar una cura.

¿Qué le dirías a otras personas que pasan por lo mismo?

Que sean responsables con su piel.  Si uno presta a la piel los cuidados necesarios es muy probable que la afección no sea tan grande.  Que hidraten su piel. Que prueben distintas cremas hasta encontrar la que les hace bien.  No es fácil, pero después de ponerse en contacto con otras personas que padecen lo mismo se hace más llevadero. Si es necesario pueden buscar ayuda psicológica. Uno aprende el valor de cuidarse y de darle importancia a la piel, de pies a cabeza. Ese momento en que nos ponemos la crema es un momento de contacto con uno mismo, en que nos decimos: “me estoy cuidando, me estoy protegiendo, me estoy regalando este momento para evitar un deterioro”.

Todos los derechos de la entrevista son reservados. Propiedad de ADAR Argentina.


Adararg

Asociación Civil de Dermatitis Atópica Argentina

Puede que también te guste

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Necesitas ayuda?